El Panteón de París, es uno de los monumentos más hermosos de la ciudad, está ubicado en el Barrio Latino y rinde homenaje a los grandes personajes que marcaron historia en Francia, pues en él se encuentran enterrados Rousseau Voltaire, Émile Zola y Víctor Hugo entre otros.
Entradas para visitar el Panteón de París
Visitar el Panteón de París
Horarios
Todo el año de 10:00 a 18h salvo del 1ero de abril al 30 de septiembre : 10:00 a 18:30
Precios
Entrada general: 11,5€
Tarifa reducida: 9€
Precios
El precio por ingresar al Panteón de París es de 11,50 euros, siendo su tarifa reducida solo 9 euros.
También es posible subir a la parte superior entre los meses de abril a octubre, allí conocerá algunos otros elementos de interés y disfrutará la vista de la ciudad. El acceso a este nivel tiene un costo adicional de 3 euros.
Horarios
Los horarios varían de acuerdo a la temporada:
- Desde el 2 de enero al 31 de marzo: de 10:00 a 18:00 horas.
- Desde el 1 de abril al 30 de septiembre: de 10:00 a 18:30 horas.
- Desde el 1 de octubre al 31 de diciembre: de 10:00 a 18.00 horas.
Lista de personalidades enterradas en el Panteón de París
El Panteón aloja los restos de 75 hombres y de 6 mujeres que destacan de manera especial en la historia de Francia.
Entre algunas de las personalidades más conocidas que están enterradas en el Panteón se encuentran Jean-Jacques Rousseau, Víctor Hugo, Jean Jaurès, Voltaire, Émile Zola, Louis Braille, Jean Monnet, Sadi Carnot, la pareja Pierre y Marie Curie, y Soufflot, quien fuera en vida arquitecto del monumento. Los restos de Alexandre Dumas, autor de la famosa novela Los Tres Mosqueteros están entre los últimos homenajeados.
Anteriormente descansaban en el cementerio de Villers-Cotterêts, pero fueron trasladados al Panteón el día 30 de noviembre del año 2002 para enmendar esta injusticia con uno de los más grandes escritores franceses, según el entonces presidente de Francia Jacques Chirac,
También se encuentran aquellos combatientes que resistieron en la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo Germaine Tillion, Geneviève de Gaulle-Anthonioz, Jean Zay y Pierre Brossolette, quienes fueron enterrados allí el día 27 de mayo del año 2015.
En el año de 1927, fue instalada una placa donde se inscribieron los nombres de los escritores franceses que murieron durante la Primera Guerra Mundial, y en sus muros están también inscritos más de mil nombres de importantes personajes en la historia de la República.
Dos placas podemos encontrar en su cripta que contienen los nombres de las víctimas de la revolución de 1830 colocada por el rey Luis Felipe I, así como de los fallecidos en la revuelta de 1848.
Léon Foucault en el año de 1851 dispuso en el Panteón su conocido péndulo dada la gran altura del edificio. Con este experimento se pudo demostrar el movimiento de rotación de la Tierra y la existencia de la fuerza de Coriolis. Desde el año 1995 en el Panteón se encuentra una réplica de dicho péndulo.
Las 6 mujeres enterradas en el Panteón
Hay 6 mujeres enterradas en el Panteón estas son:
- Joséphine Baker (1906-1975),
- Simone Veil (1927-2017),
- Geneviève De Gaulle-Anthonioz (1920-2002),
- Germaine Tillion (1907-2008),
- Marie Curie (1867-1934),
- Sophie Berthelot (1837-1907).
Qué ver en el Panteón de París
El Panteón de París tiene una magnífica fachada neoclásica que fue inspirada en el Panteón de Agripa de Roma, destaca el frontón que está decorado con diversos personajes simbolizando la historia y la libertad. Las artes, ciencias y la justicia también se encuentran representadas en estos adornos.
Sobre su gran cúpula semiesférica se encuentra una entrada de luz, que está sostenida por columnas corintias, las esculturas que a su vez aguantan las columnas son simplemente espectaculares.
Le Panthéon, nombre en francés, consta de dos partes. A la primera se accede por una de las hermosas puertas que ostenta la fachada principal por la cual se llega a la nave más importante del monumento en las que resalta su decoración y las grandes columnas.
En cuanto a la segunda parte del monumento esta no es otra que la cripta, que se sitúa bajo la nave principal.
Exterior
Jacques-Germain Soufflot, artífice del Panteón, quería deshacerse del modelo tradicional de la época de iglesia que tenía un estilo uniforme y jesuítico. Para dicho fin, planteó una construcción al mejor estilo neoclásico, que se inspiraba en la tradición grecorromana, de líneas puras y sin demasiada exuberancia.
Un edificio sencillo de grandes columnas, de frontones tipo clásicos, con un delineado sobrio y de tenues estructuras. Otra de sus particularidades es su planta en cruz griega, con cuatro brazos de igual longitud, algo que puede resultar muy singular para una iglesia.
Desde fuera puede notarse una peculiaridad y son sus ventanas tapiadas que todavía pueden verse y que fueron tapiadas durante la Revolución Francesa, cuando se tomó la decisión de cambiar el destino de la iglesia para ser el Panteón.
Frontón
Su frontón fue construido durante la monarquía de Louis Philippe d’Orléans y que simboliza a la Patria, otorgando coronas de laurel a sus más grandiosos e importantes personajes. Los civiles están a su izquierda y los militares a su derecha, entre los que podremos ver en primer lugar a Napoleón Bonaparte representado como un general muy joven aún.
Este todavía ostenta la inscripción que se puso durante la Revolución Francesa: “A los grandes hombres, la Patria agradecida”.
Cúpula
Desde la Catedral de Notre Dame es posible distinguir la bella cúpula del Panteón que rompe con la perspectiva en línea recta de los barrios del sur de París.
La cúpula está coronada por una entrada de luz, la cual está sostenida por un tambor realizado en pilares toscanos. Cada uno de estas columnas cobija grupos de esculturas con características de la vida cívica.
Interior
En el interior del Panteón encontramos un gran espacio sobrecogedor por sus dimensiones, pero también por el equilibrio que posee.
Aunque el vacío de sus naves haga que se vea un poco frío, innegablemente los ojos de quien lo visita se dirigen hacia el centro de la gran cúpula, como atraídos por un magnetismo impresionante.
Aquí se encuentra el célebre péndulo, que es copia de aquel que dispuso el físico francés Léon Foucault en 1851, para demostrar en su experimento cómo rotaba la tierra.
Se pueden ver las columnas descubiertas que sostienen el edificio, tal y como quería Soufflot, así también es posible admirar sus inmensos ventanales en la parte superior, que no pueden ser vistos desde afuera del edifico.
Uno de las partes más interesantes del interior del Panteón es el grandioso ciclo de pinturas adornando sus paredes, que empezó a elaborarse a partir del año de 1874, cuando el edificio era la iglesia de Santa Genoveva. Algunas de las mejores pinturas que pueden disfrutarse son la “Infancia” y “Velando sobre París”, obra del pintor de la escuela simbolista, Puvis de Chavannes, exhibiendo la vaguedad en su atmósfera sin tiempo.
La cripta
Unas escaleras guían los pasos del visitante al propio corazón del Panteón de París, resultando en lo que sea tal vez lo más solemne de su visita, pues en ella reposan los restos de varios de los franceses de más renombre y más famosos a nivel mundial por sus contribuciones a la humanidad.
Aquí encuentran su último descanso los restos de los filósofos Voltaire y Rouseau, que sin saberlo y como producto del azar, estos dos hombres, que en vida no mantuvieron ninguna amistad, descansan para siempre el uno frente al otro.
Están los restos de grandes escritores como Émile Zola o Víctor Hugo y desde el año 2002 reposa allí el creador de “El Conde de Montecristo” y “Los tres mosqueteros” Alejandro Dumas.
Aquí también yacen los restos de grandes científicos como Pierre y Marie Curie, o personalidades como Jean Moulin y Félix Ebové, que ejemplifican la resistencia de la Segunda Guerra Mundial. También hay un espacio importante para aquellos quienes dedicaron su vida al valor eterno de la paz, por lo que aquí también descansan Jean Jauves y Jean Monnet.
Péndulo de Foucault
Desde septiembre de 2015 el péndulo ocupa un lugar destacado y es incluido dentro del itinerario de las múltiples visitas al monumento.
Este péndulo constituye la prueba que confirma que la Tierra se mueve rotando sobre sí misma. Se trata de una inmensa esfera de cobre, que está suspendida desde la cúpula del Panteón por un cable de 67 metros de alto, Tiene 20 centímetros de diámetro, contentiva de una masa de 28 kilos de peso, y bañada en oro de 24 quilates.
Su historia se remonta al año de 1851, cuando Luis Napoleón Bonaparte, que amaba las ciencias, otorgó la autorización al físico Léon Foucault para que utilizara la cúpula del Panteón, e hiciera la instalación de un péndulo con el cual podría demostrar su teoría de la rotación.
El péndulo, colgado del techo se centra verticalmente sobre un punto y, por efecto de la oscilación terrestre, este se mueve con total libertad sobre un espacio sobre el que hay una fina capa de arena.
De tal manera que cada vez que pasa, la punta que tiene al final la parte inferior del péndulo deja una marca en la arena que se va trazando al pasar el tiempo y junto con el movimiento de la esfera.
Este experimento realizado por Foucault en 1851 develó que el péndulo había oscilado varios grados, provocando la sorpresa de quienes estaban presentes, y dando evidencia en el dibujo sobre la arena, que había pasado ya una hora.
Suele tardar unas 32 horas en trazar un patrón de completo de oscilación sobre el suelo del Panteón.
Actualmente este experimento simple ha sido reproducido en diversos museos de ciencia alrededor del mundo, pero el péndulo que se exhibe en el Panteón de París ostenta la importancia histórica de ser con el que se realizó la primera demostración ante un público, de la rotación de la Tierra.
Pinturas y esculturas
Son diversas las pinturas que conforman el ciclo de Genoveva, y que se pueden admirar en la disposición en el eje central del edificio. Allí podemos ver su infancia, su intervención ante Atila, velando sobre París y su muerte.
Al final del lado lateral derecho del edificio se encuentran ubicadas dos pinturas acerca de los milagros de Genoveva en las ocasiones en las que París estuvo en grave peligro.
En los otros dos brazos diagonales de la edificación se encuentran pinturas de otros grandes personajes de la historia de Francia, por ejemplo del Rey San Luis, Juana de Arco o Carlomagno.
El más conocido de esos ciclos pintado en las paredes del Panteón es el de Juana de Arco, pues la representación de sus episodios se conoce muy bien alrededor del mundo.
Es de recordar que en sus inicios, este lugar era una iglesia. Tras convertir el edificio en Panteón definitivamente y en compensación con toda la iconografía religiosa que aún tenía, se decidió completar la decoración del interior con esculturas de carácter patriótico.
Algunos de ellos son el Monumento a Rousseau, de Jacques Bartholomé, el grupo escultórico la Convención Nacional, dedicada a la primera Asamblea de la República de Francia, constituida tras la caída de la monarquía.
Breve historia del Panteón de París
El Panteón es un monumento de impetuosos contrastes, que en un principio fue concebida como la iglesia de Santa Genoveva. Es decir que siempre tuvo esa voluntad para hacer frente a una ideología que se creía dañina para el Reino.
Por tal razón se encuentra situada en una posición dominante sobre la ciudad, en lo más alto como si fuese un faro que guía a los espíritus libres.
Apenas terminada la edificación de su inmensa cúpula y ya en la Revolución Francesa, el monumento se redefinió completamente quedando dedicado a la memoria de los grandes hombres de la Nación, es decir el Panteón de Francia.
Luego, cada grupo que se hacía con el poder volvía nuevamente a otorgarle un giro novedoso al monumento, que después de tantos sesgos, se ha transformado en una especie de híbrido con un fundamento arquitectónico específico y una decoración interior que mezcla motivos religiosos, históricos y patrióticos.