Cuando hablamos de arte moderno y contemporáneo, es imposible no mencionar el Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou en París, uno de los museos más importantes de la ciudad y uno de los lugares que más visitas posee en Francia.
Entradas para el Centro Pompidou de París
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Precios de las entradas
La entrada para el Museo Pompidou de París es válida para un acceso único y la tarifa general es de 14 euros, mientras que la tarifa reducida posee un costo de 11euros.
Horarios del museo Pompidou
El museo está abierto desde las 11:00 hasta las 22:00 hrs.
Cómo llegar al museo Pompidou en París
El Centro Pompidou de París se sitúa en la place Georges-Pompidou 75004 París. Puedes llegar en Metro a través de Rambuteau Métro ligne 11, Hôtel de Ville Métro ligne 1 y Métro ligne 11. Asimismo, a través del RER: Châtelet Les Halles RER A, RER B, RER D. En autobús puedes tomar las líneas 29, 38, 47 y 75.
Centro Pompidou París
Place Georges-Pompidou, 75004 Paris, Francia | |
Visita virtual del Centro Pompidou París
Es posible sumergirse en el Centro Pompidou de París con todo su arte moderno y contemporáneo a través de una selección de exposiciones que han sido diseñadas para la web oficial del museo Pompidou, donde existe una espacio digital en que el ofrecen una visita virtual, de realidad aumentada y experimentación interactiva.
10 obras que ver del museo Pompidou
En el centro Pompidou, también conocido como “la cuna del arte”, destacan las siguientes 10 obras:
1. El violín de Ingres de Man Ray
La colección fotográfica del museo Pompidou es una de las más famosas de toda Europa y es una creación de uno de los fundadores del dadaísmo: Man Ray. El artista pasó la mayor parte de su carrera en París y se especializó en la fotografía avant-garde.
Nos obsequió así un espectacular desnudo de espaldas de su musa Kiki de Montparnasse, inspirándose en la sensualidad de Ingres y añadiendo dos aberturas de violín a la figura, hechas con tinta china para crear de esta manera la increíble composición que dota a la foto de una intensidad erótica muy especial.
2. Arlequín de Pablo Picasso
Con frecuencia aparecen en la obra de Picasso los personajes de la comedia del arte, particularmente en sus trabajos antes de la Primera Guerra Mundial.
El modelo del “Arlequín” fue el pintor Jacinto Salvadó y más que un retrato o inclusive una representación de un motivo referente al teatro, este trabajo representa una meditación sobre el arte en sí mismo.
La imagen tiene distintos niveles de acabado, como lo representa su resumido fondo y el rostro bastante realista lleno de finos detalles.
3. La Fuente de Marcel Duchamp
Esta es nada más y nada menos que la obra de arte con más influencia del siglo XX y la pieza que cambió para siempre el arte y la manera de percibirlo.
En el año de 1917, Duchamp hizo la presentación de un urinario en una exposición del salón de artistas independientes de Nueva York al que él mismo pertenecía. Quería poner a prueba la filosofía principal del grupo que era la de no rechazar ninguna obra de arte.
Dicho urinario es presentado con la firma de R. Mutt y titulado “Fountain”. Ya la polémica estaba servida y lo que se conoce como el “ready-made” nacía.
En la actualidad se reconoce que el artista rompió con este gesto todos los cánones establecidos, pero en su momento la obra fue rechazada.
Como la obra luego se extravió, en el Centro Pompidou existe una reedición del original que se hizo en el año de 1964, bajo la supervisión de Duchamp.
4. Doble retrato con copa de vino de Marc Chagall
Se nota que Chagall pintó este lienzo para conmemorar su boda con Bella Rosenfeld, pues el triunfo del amor y la alegría son los sentimientos que destacan en este cuadro tan colorido, en el que es posible observar una mezcla entre realidad y sueño.
En la obra puede apreciarse a un novio que hace equilibrio sobre los hombros de la novia y ambos vuelan sobre la ciudad de Vitebsk en celebración de su matrimonio. Encima de ellos está un ángel que simboliza a la hija de la pareja.
5. El marco de Frida Kahlo
Una de las primeras obras que se catalogaron de Frida Kahlo es este autorretrato que se exhibe con el título de “El marco” (The frame). Se encuentra en la colección permanente del centro Pompidou de París.
Hasta la creación de esta obra, Frida Kahlo solo había pintado para satisfacer sus propias inquietudes personales, sin poder admitir que su obra pudiese despertar un interés en el público general, en especial después de que este lienzo que hizo en el año de 1938, fuese el primero que el Museo de Louvre adquiriera de un artista mexicano.
El cuadro corresponde a los gustos de la pintora en esos momentos y mezcla de forma ecléctica algunas técnicas desarrolladas con posterioridad.
El motivo central es su autorretrato, naturalmente, con el busto recortado sobre un fondo intenso de azul cobalto tenuemente ladeado y con su mirada fija sobre el espectador, al que parece desear transmitirle un mensaje existencial mostrando un grave semblante, aunque sin signos de tragedia alguna.
6. Carrusel de cerdos de Robert Delaunay
Este cuadro de Delaunay está inscrito en la serie de obras consagradas a escenas de la vida urbana contemporánea y a los eventos populares que promueven la representación del movimiento y de la velocidad.
Dicha composición posee el fundamento icónico de Robert Delaunay: el disco. Es decir, la multiplicación en anillos de todos los colores del prisma y su enrollamiento caótico que introducen al espectador en el frenesí del movimiento giratorio.
En su centro podemos apreciar un par de piernas negras que son arrastradas por un torbellino de colores que la algarabía de las ferias y las fiestas reproduce.
7. Con arco negro de Vassily Kandinsky
El cuadro con arco negro de Kandinsky es de 1912. Es una obra sobre un plano abstracto donde se representa el combate entre la materia y el espíritu, y comunica la tensión que hay entre lo sensorial y lo espiritual.
Se trata de una lucha entre colores y formas que se integran finalmente. Se pueden observar tres centros y ya una vez que se reconocen como los restos de un motivo ecuestre, es obvia la interpretación del arco negro como una lanza que se dirige a una forma color rojo que se levanta agresivamente.
Por tanto, esta simboliza ambos lados, lo orgánico y lo geométrico, el rojo y el azul. Se encuentran a pesar de la tensión dirigida de una contra otra, en una armonía equilibrada
8. La blusa rumana de Henri Matisse
Este cuadro fue pintado por Matisse en el año de 1940 con muy pocos trazos y bastante color. Pensaba que la fotografía ya hacía bastante con reflejar cada uno de los detalles, así que su interés por encima de todo era el color.
Matisse coleccionaba tejidos que solía adquirir en Marruecos, en Argelia, en España o en el Líbano. Todas las telas y tapices que se traía de sus múltiples viajes los utilizaba en decoración colocándolos en las paredes de su casa.
En cierta oportunidad compró diversas blusas rumanas, porque le fascinaron los detalles y la dificultad con las que estaban elaboradas. De ahí surgió no solo el óleo “La blusa rumana” sino otros diversos dibujos con el mismo título.
Este lienzo y todos los demás dibujos poseían como tema principal la blusa y todos sus detalles: desde el bordado, los encajes y los colores, aunque también se destaca el cuello largo de la modelo y la postura que tenía.
Con todo este esfuerzo, Matisse logró centrar nuestra completa atención en la blusa, destacando siempre el color intenso del fondo y de la falda.
9. Retrato de la periodista Sylvia von Harden de Otto Dix
Sylvia von Harden fue una intelectual de la época de la Alemania de entreguerras y Otto Dix la conoció una noche en Berlín.
Exhibía ese corte de cabello masculino tan característico y un excéntrico monóculo. Casi de inmediato se enamoró de aquel aspecto andrógino que vio en ella, rogándole que posara para él.
Según palabras de la propia periodista en un artículo titulado” Memorias de Otto Dix” la cuestión fue como sigue:
Él le dijo: “¡Tengo que pintarte! De verdad, tengo que hacerlo. ¡Representas toda una época!”
A lo que ella replicó: “O sea, que deseas pintar mis ojos apagados, mis horribles orejas, mi nariz larga y mis labios finos, mis grandes manos, mis piernas cortas, mis enormes pies… eso solo podría espantar a la gente, y no maravillar a nadie.”
Pero él a su vez replicó: “Te has descrito magníficamente. Todo eso me va a dejar que retrate una época que no se preocupa por tanto por la belleza exterior de la mujer, sino por su condición psicológica.”
Este es efectivamente la representación de toda una época y no solo el retrato de la periodista.
(para mí, agregar la verdadera foto de la periodista)
10. Los novios de la Torre Eiffel de Marc Chagall
En este cuadro de Chagall podemos ver sobre un cielo que ampara todo, varios símbolos que sugieren el origen de judío del pintor nacido en un pueblo ruso, así como también diversidad de componentes con los que se identifica: un hombre y una mujer vestidos con ropas de novios, sobre un gallo
A lo lejos y bajo un palio pueden observarse tres ángeles, uno que llega con un ramo de flores en la mano desde un sol representado como un disco de luz, otro que es músico y un tercero que va dando luz con un candelabro.
En esta pintura es muy sugerente la percepción religiosa y el mensaje bíblico en dos sentidos: el del cielo y el de la tierra, que se comparten en las diferentes figuras que aparecen. Los ángeles, la música con el violín la cual simboliza el arraigo de las tradiciones de su pueblo natal y la sencilla humildad de las vivencias que forjaron el carácter del pintor.
Arquitectura del centro Georges Pompidou
Fue concebido por los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers como si se tratase de un organismo vivo. El centro Pompidou tiene una estructura acristalada y de metal a la cual la luz atraviesa dando la sensación de un corazón latente en el pleno centro de París.
Fue construido en el año de 1977 y el edificio es conocido también como la “oruga” por su característica firma visual de ascendencia en zigzag. Enteramente de cristal, su fachada es sin duda alguna una de las vistas más impresionantes de París y con cada nivel escalado la sensación de estar volando sobre la ciudad aumenta cada vez más.
Significado de los colores
Los colores fuertes del Pompidou en París son una de sus más peculiares características arquitectónicas. Animan su fachada y visten a la estructura de acuerdo con un código definido por los arquitectos.
- El azul es para la circulación del aire, es decir para los conductos de aire acondicionado.
- El amarillo está designado para la circulación del circuito eléctrico, es decir para los tubos y los conductos de los mismos.
- El verde para las tuberías de aguas, y por último el rojo que es utilizado para designar la circulación de las personas, como por ejemplo las escaleras mecánicas y los ascensores.
Historia del Centro Pompidou París
El concepto del museo Pompidou de París es producto de la mente de Georges Pompidou, quien anhelaba que su ciudad contara con un centro cultural. Así que aquella búsqueda encontró su posibilidad de hacerse realidad cuando el motor de aquella idea llegó a la presidencia de Francia.
En este instante, el proyecto logró llegar hasta los escritorios de los arquitectos Richard Rodgers y Renzo Piano y de esta manera empezó la construcción del centro Pompidou.
En el año de 1972 se eligió la explanada de Beaubourg para su construcción y ya a finales de enero de 1977 estaba siendo inaugurado.
Sin embargo y como la gran mayoría de los lugares que están destinados a recibir millones de visitas, fue necesario cerrar y reacondicionar el sitio para adecuarlo a las necesidades que iban emergiendo. Así que tras dos años de obras, este abrió nuevamente sus puertas el día 1 de enero del año 2000.