El barrio de Montmartre, en distrito 18 de París es considerado el barrio de los pintores. Está ubicado en una colina, se destaca por su autenticidad, posee un carácter bohemio y una diversidad de lugares que conocer con gran valor cultural, histórico y vistas inolvidables.
Qué ver en el barrio Montmartre París
Hay multiplicidad de detalles qué ver en el barrio de los pintores de París empezando por la Basílica del Sagrado Corazón, el Moulin Rouge o Bateau-Lavoir, un taller con carácter histórico en el cual se crearon muchas de las obras más relevantes de la historia del arte.
1. La basílica del Sacré Coeur de París
Uno de los monumentos más famoso de todo París es la basílica del Sagrado Corazón, o del Sacré Coeur en francés, la cual fue consagrada en el año de 1919 y se sitúa en la cumbre del barrio Montmartre a una altura de 130 metros. Sin duda una de las mejores vistas panorámica de toda la capital francesa.
Esta destaca por poseer un estilo romano-bizantino, aunque también el color blanco con la que está pintada la hace sobresalir.
Por dentro del edificio se puede apreciar su techo, que se encuentra decorado con el mosaico más grande de toda Francia, pues este tiene 480 metros cuadrados.
Aparte de su cripta que también vale la pena ser visitada, se puede acceder al domo para llegar aún más arriba y disfrutar un punto de vista distinto de París.
2. Café des 2 moulins (Café de Amélie Poulain)
Pasando por Rue Lepic en busca de la ruta a pie hacia Montmartre nos encontramos con el Café des 2 Moulins o Café de los Dos Molinos, que no puede pasar desapercibido para aquellos que son amantes del cine.
Y es que en este café es donde trabajaba la protagonista del film Amélie Poulain, encarnando al típico café parisino. Así que para los cinéfilos, es posible sentarse en alguna de sus mesas, tomándose un café y rememorar algunas escenas de la película.
3. El muro de los Te Amo (Mur des Je t’aime)
La siguiente recomendación es continuar el recorrido con una visita al famoso Mur des Je t’aime o Muro de los “Te Amo” pues resulta una de los encantos más notables qué ver en Montmartre.
Es uno de los sitios más románticos y además más fotografiados del distrito. Tal y como su nombre lo indica, este es un gran muro que se compone aproximadamente de 600 azulejos en los que se puede conseguir inscrita la palabra “Te Amo” en más de 250 lenguas.
La creación de Frédéric Baron y Claire Kito, se encuentra en un lugar apacible bajo sombra en el cual es posible admirar la obra y descansar para continuar caminando por la colina.
4. El molino de la Galette
Varios siglos atrás, en tiempos en que Montmartre aún era un pueblo independiente al resto de la ciudad, estaba repleto de viñedos y de molinos de viento. Todo esto fue sustituido por paletas y pinceles a comienzos del siglo XX, cuando en Montmartre comenzó a proliferar la vida bohemia y artística.
Actualmente, únicamente se conservan dos molinos, que datan del año 1717 y se les conocen como Moulin de la Galette, permitiéndonos así poder conocer uno de los semblantes más desconocidos del barrio. Estos dos molinos poseen una relación estrecha con la vida artística de París, pues sirvieron como inspiración para diversos pintores de renombre como Renoir.
De hecho, una de las obras más reconocidas de Renoir, “Le Bal du Moulin de la Galette”, es posible admirarla en el Museo de Orsay, en la cual se representa un baile en este emblemático lugar.
5. La plaza de los pintores de Montmartre París
Lo más probable es que hace algunos años este lugar fuese un reducto de artistas y bohemios, donde podían descansar, discutir, leer, tomar un café con toda tranquilidad o poner e a trabajar el pincel o la pluma. Pero en la actualidad es uno de los sitios más frecuentados de Montmartre y se le denomina la “Place du Tertre”, o plaza de los artistas o plaza de los pintores.
Está ubicada a unos escasos metros de la basílica del Sagrado Corazón, y está siempre llena de pintores exponiendo y vendiendo sus lienzos, así como también de dibujantes que abordan a los turistas para ofrecerles sus servicios y realizar un retrato rápido de ellos.
Fue en el siglo XX cuando en Montmartre comenzó a proliferar la vida bohemia, y poco a poco la plaza fue llenándose de artistas. Hay canciones que añoran el antiguo espíritu bohemio del barrio de los pintores en París, cuando era un verdadero reducto de arte.
La profusión de artistas a la plaza llegó a tener un nivel tan elevado que en el año de 1980, el municipio de París tuvo que implementar una reglamentación nueva que decía que no cualquiera podía instalarse acá, sino que los Servicios Culturales de la municipalidad de París otorgarían a los pintores el permiso y la autorización para dicha finalidad.
La totalidad de los artistas con permiso de exponer sus obras en la plaza asciende al número de 300, para los 150 lugares que deben compartir. Por lo tanto, esto nos hace comprender que movilizarse entre los artistas y la gran cantidad de turistas pueda ser por momentos difícil.
Esta plaza se encuentra rodeada de creperías y cafés en los cuales puedes tomarte algo y comer algún bocado, si es que consigues lugar. También las tiendas de souvenirs y de artículos típicos del lugar, se encuentran presentes en la Place du Tertre y sus alrededores, resultando en uno de los lugares más baratos de todo París para la adquisición de recuerdos, por lo que son bastante recomendables si lo que deseas es llevar alguno de vuelta a casa.
Cerca de esta plaza encontramos edificios del siglo XVIII, pues pertenecían a un municipio antiguo que fue anexado a París en el año de 1860. De hecho, en el número 3 aún puede verse una placa que indica que ahí se situaba antiguamente el ayuntamiento de Montmartre.
6. El Moulin Rouge
La conocida Belle Époque fue una época de optimismo y de paz que se evidenció con el progreso industrial y en la riqueza de su ambiente cultural, sin embargo, Montmartre, en medio de un París en constante crecimiento y despersonalización, supo aún conservar la atmósfera de pueblo bucólico hasta que se inauguró el Moulin rouge.
La colina de Montmartre poseía hasta treinta molinos de viento, doce de ellos en la rue Lepic que se encargaban de moler maíz, grano, piedra y yeso. Pero el día 6 de octubre del año de 1889, al inaugurarse el Moulin Rouge a los pies de esta montaña, todo cambió.
Apodado “el primer palacio de las mujeres” el cabaret obtuvo de inmediato un éxito rotundo.
La fecha de su inauguración fue planificada con meticulosidad el día después de que se realizara la última fiesta nocturna, justo antes del cierre anual del Jardín de París de los Campos Elíseos.
Josep Oller fue su creador y su socio y director Charles Zidler, ambos eran hombres con gran experiencia en los negocios, y que conocían muy bien los gustos del público.
Así que su objetivo se centró en permitir que los ciudadanos de clase más adinerada fueran a divertirse a un barrio de moda como lo era Montmartre en un local extravagante con un jardín al cual lo adornaba un inmenso elefante.
Esto sin duda alguna constituiría una ebullición de diversidad de clases sociales, pues ahí se reunían los pequeños trabajadores, los residentes de la plaza de los artistas, tanto como los ciudadanos burgueses, los empresarios, las mujeres más elegantes y los viajeros extranjeros que pasaban por París.
7. La maison rose (de la serie Emily en París)
En la esquina de la calle de l’Abreuvoir y de la calle des Saules está la conocida “Maison Rose” o casa rosa, situada en el Barrio de Montmartre de París. Se trata de una casa rosa, como si fuese una casita de muñecas, de apariencia modesta, aunque muy famosa, no únicamente en la historia de la pintura, sino también por haber sido una de las veintidós localizaciones donde se rodó la serie “Emily in Paris”.
Dicha casa aparece retratada en una pintura de Maurice Utrillo, que fue adquirida en 1910 por Louis Libaude y luego vendida en una subasta en el año de 1919 con un beneficio bastante confortable.
Actualmente, la casa rosa, alberga un restaurante en el que puedes imaginar cómo era la colina en tiempos pretéritos.
8. El Bateau Lavoir
El Bateau-Lavoir es un taller de carácter histórico en el que se crearon algunas de las obras más importantes de la historia del arte, especialmente de los cubistas. De hecho, ahí Picasso pintó la famosa pintura de las “Demoiselles d’Avignon” la que probablemente sea la obra cubista de más renombre y fama, y la cual está expuesta en el MOMA de Nueva York.
Los artistas se mudaban al Bateau Lavoir porque el alquiler era muy barato, e incluso carecía de electricidad. El famoso pintor malagueño se mudó a este local en el año de1904, luego en 1970 la edificación se incendió, aunque por fortuna pudo ser reconstruido según el original.
Sin duda que es uno de los lugares históricos que ver en Montmartre y merece la pena acercarse, aunque sea solo para admirar su fachada.
9. La estatua del Pasa Murallas (Passe Muraille)
Otra de las visitas obligadas e imperdibles es la estatua del Pasa Murallas, que está constituida por una escultura dedicada al célebre escritor francés Marcel Aymé que residía en Montmartre y que de hecho, una gran parte de sus obras se sitúa en este barrio.
Creada por Jean Marais, en el muro es posible observar a un hombre atrapado en una pared, en honor a la novela llamada “La Passe-Muraille”, la cual cuenta la vida de un hombre que poseía el don de atravesar paredes hasta que un buen día se quedó atrapado en una. Sin lugar a duda es una de las cosas más curiosas que ver en Montmartre.
10. El café Le Consulat
Pasando ya la Plaza de los artistas nos encontramos en una de las cafeterías más simbólicas del barrio de Montmartre, el famoso restaurante Le Consulat que no goza únicamente una impecable estética, sino que además posee una sintonía completa con el aire bohemio que posee el barrio.
El restaurante-café Le Consulat además de poder jactarse como el punto de artistas que concurrían en la zona como van Gogh, Cezanne, Renoir, Picasso o Monet.
Una de los momentos que más puedes disfrutar al visitar Montmartre en París, es tomar un café en este rincón, pues no todos los días es posible disfrutar de lugar así con tanto valor histórico.
El funicular de Montmartre París
Existen varios accesos a Montmartre, no obstante, uno de los más conocidos es el funicular que conecta el pie de la colina a la Basílica del Sagrado Corazón desde el año de 1900. Constituye una buena manera de ahorrarse los más de 300 escalones que hay desde la base hasta dicho templo.
El precio para subir al funicular es de 1,90 euros por trayecto. Este dura solo un minuto y se paga con un billete sencillo.
También son válidos los abonos de 10 viajes y cualquier tarjeta de transporte público de París.
Cómo llegar al barrio Montmartre de París, el barrio de los pintores
Montmartre se sitúa en el distrito 18 de París, al norte del centro de la ciudad y está construido en una colina, a unos 130 metros sobre el nivel del mar.
Barrio Montmartre Paris
Distrito 18 de París (norte) | |
Blanche, Pigalle, Anvers Abbesses, Lamarck-Caulaincourt | |
París resulta muy agradable para caminar aunque es grande, se puede llegar caminando a todas partes.
A Montmartre puedes llegar en Metro, pues es la opción más cómoda. Las paradas más recomendables para conocer el barrio son: Blanche y Pigalle – líneas 2 y 12. Abbesses y Lamarck-Caulaincourt – línea 12. Anvers – línea 2 Pero sin duda, la mejor opción es que bajes en Blanche.
Hay muchas líneas de autobuses para llegar a proximidad de Montmartre (líneas 30, 54, 68 y 80) pero un solo bus cruza Montmartre: la línea 40.
Advertencia: Montmartre está situado en el distrito 18 de París, un barrio con algunos problemas de violencia, sobre todo de noche. Es importante ir únicamente por las zonas más turísiticas.