Basílica del Sagrado Corazón París: qué ver, entradas al Sacré Coeur

La Basílica Sagrado Corazón de París es un templo expiatorio y un santuario menor, levantado en memoria a aquellos ciudadanos que perdieron la vida durante la guerra franco-prusiana y se sitúa en lo alto de una colina, en el bohemio barrio de Montmartre.

Entradas para el Sacré Coeur de París

La visita y acceso a la Basílica Sacré Coeur de París es libre, pero para ingresar a la cúpula sí debe realizar un pago.

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Visita guiada a la basícila
Sacré Coeur de París

Horarios y precios

Este monumento se encuentra abierto todos los días desde las 6 a las 22 h, la cúpula se encuentra abierta desde mayo hasta septiembre, de 8h30 a 20h con un precio de 6 euros para adultos y de 4 euros para niños.

El acceso es gratis para aquellos menores de 4 años.

Ubicación

La Basílica del Sagrado Corazón de París se encuentra situada en lo alto del barrio de los pintores, en Montmartre. Para llegar puedes usar las estaciones del Metro Anvers (línea 2) y Abbesses (línea 12).

También puedes tomar el autobús eléctrico llamado Montmartbus que sale de la plaza Pigalle, junto al cabaret de Moulin Rouge y que hace un recorrido por el barrio, haciendo paradas en los puntos de interés, incluyendo la propia basílica. Es posible también utilizar el funicular.

Basílica del Sacré Coeur París

direccionParvis du Sacré-Coeur, 35 rue du Chevalier de la Barre
75018 Paris
metro parismetro linea 2 Anvers
metro linea 12 Abbesses
bus parisbus paris linea 31 bus paris linea 54 bus paris linea 80 bus paris linea 85

Qué ver en la Basílica del Sagrado Corazón de París

En esta visita no puedes perder la ocasión de ver el monumental mosaico de Luc-Oiliver Merson, en el cual se representa una vívida imagen del Sagrado Corazón que le da nombre al templo.

Tampoco puedes dejar de ver las estatuas que adornan la entrada, una de Luis IX y otra de la heroica Juana de Arco, situadas al lado de un magnífico pórtico de tres arcos.

Louis IX y Juana de Arco protegiendo la entrada de la Basílica del Sagrado Corazón, París
Louis IX (izquierda) y Juana de Arco (derecha) protegiendo la entrada de la Basílica del Sagrado Corazón, París

El color característico del templo también llama mucho la atención, esto es debido a que está construido con una piedra llamada travertino que se va blanqueando con el pasar de los años.

Basilica sagrado corazon Paris

La cúpula es un elemento que no puedes pasar por alto, se encuentra sobre varias columnas y cada una de ellas está adornada con un capitel y en el centro la gran campana, protagonista de las fotografías tomadas al monumento.

También debes ver la cripta y la torre, ambos rincones obligados en la visita. En la primera conseguirás enterrado un pedazo de historia que se conserva muy bien y luego es posible subir a la torre para disfrutar de unas vistas preciosas de la ciudad de París.

La cúpula de la Basílica

Para acceder a la magnífica cúpula del Sagrado Corazón existen trescientos escalones por subir. El trayecto hasta las alturas brinda un recorrido de lo más interesante, con una empinada escalera de caracol que indica el comienzo del camino.

En la primera ascensión se accede al techo de la basílica, donde es posible disfrutar de su bestiario que se encuentra allí.

La cúpula de la Basílica del Sagrado Corazón de París por dentro y por fuera
La cúpula de la Basílica del Sagrado Corazón de París por dentro y por fuera

Es cierto que para ver gárgolas en París, se debe dirigir la mirada en la Catedral Notre Dame, pero en la cúpula también están estas históricas criaturas. La función en este caso era como canalizadoras del agua, como protección del templo y ahuyentar a los pecadores. Continúa, por un trecho al aire libre donde las escaleras siguen siendo estrechas, aunque están debidamente protegidas y reafirmadas por barandillas y rejas. En dicho ascenso existen trechos horizontales en los que se puede tomar un descanso para luego observar la vista panorámica.

gárgola de la Basílica del Sagrado Corazón de París
Una gárgola de la Basílica del Sagrado Corazón de París

Ya en el último tramo existe una escalera bastante empinada como las otras y se llega a la galería circular que forma la base de la cúpula. Esta galería tiene unos bancos que además de hacer posible recuperar el aliento perdido en el ascenso, nos regala la hermosa vista de París.

A través de sus arcos es posible comenzar a soñar y desde estas alturas y por un ratito, adueñarse de París desde lo más alto de la Basílica del Sagrado Corazón. Desde ese punto, la ciudad hace despliegue de todos los colores y perfiles que han hecho de París un magnífico lugar para ser visto y vivido, y no solo para ser contado.

Ciertamente, desde aquí no se ve la Torre Eiffel, pero si es posible ver la cúpula del Panteón, el campanario de Notre Dame y el centro Pompidou.

La cripta

La cripta resulta sin ninguna duda una de las partes más bellas de la Basílica Sacré Coeur de París, dada su arquitectura particular que le otorgan la especialidad de ser específicamente escenográfica. Todas las esculturas que la componen son del neoclásico de fines del siglo XIX, y están principalmente dedicadas a diversos santos locales como Saint Hubert o Saint Denis, quien fuera el primer obispo de París.

La cripta está situada debajo de la nave principal, pero hay que destacar que hay algo muy curioso y es que el elemento que más llama la atención de este sitio es su ambiente increíblemente tranquilo, a pesar de la gran afluencia de visitantes que la basílica recibe todos los años.

En esta cripta se ubican tres capillas, un deambulatorio y otras variadas capillas laterales, además de reposar los restos de los obispos que contribuyeron a su construcción.

La escultura más curiosa es la estatua de un hombre que está sosteniendo su cabeza con las manos, se trata precisamente de Saint Denis.

La tradición cuenta que él fue decapitado justo en el “monte de los mártires”, lugar mejor conocido como Montmartre. Por un milagro el cuerpo recogió su cabeza del suelo para llevarla en oración por siempre.

Saint Denis como el santo patrono de París, es un ícono que se encuentra en casi todas las iglesias de la ciudad.

Las pocas tumbas presentes en la cripta de del Sagrado Corazón son de prelados relacionados de alguna manera con la propia iglesia.

También son dignas de mención las puertas de bronce que dan acceso a la cripta, y que resultan una copia moderna de las usadas en el baptisterio de la catedral de Florencia.

El mosaico Cristo Resucitado

Es posible que el interior de la Basílica parezca sombrío y quizá hasta oscuro, pero estas sombras van en perfecto contraste con la luz, porque en el Sagrado Corazón también existen espacios para la iluminación.

En el templo se encuentran los famosos mosaicos que dan brillo en la estancia, una obra de Luc-Oliver Merson que se realizó en el año 1922. No es cualquier manifestación artística, sino que este resulta ser el mosaico más grande del mundo.

Mosaico Cristo Resucitado situado en la Basílica del Sagrado Corazón, París
Mosaico Cristo Resucitado situado en la Basílica del Sagrado Corazón, París

Hijo de un pintor y crítico de arte llamado Charles Olivier Merson, Luc Olivier Merson se convirtió en uno de los artistas más grandes de Francia a finales del siglo XIX y comenzando el siglo XX. Desde sus primeros años de vida, en su hogar vivió y sintió el amor hacia la pintura, y aunque son diversas las importantes obras de este autor, sin duda alguna la más conocida es la que podemos admirar en la bóveda del presbiterio de la Basílica del Sagrado Corazón en Montmartre.

Exactamente, son 465 m² de mosaico que representan a “Cristo Resucitado”, nombre común por el cual se conoce la obra.

El título real es “Cristo en Majestad y el Sagrado Corazón adorado por la Virgen María, Juana de Arco y el Arcángel San Miguel”.

La enorme devoción que el pueblo de Francia le profesa al Sagrado Corazón de Jesús hace que este mosaico sea el más visitado de todo el país.

Su magnífica y gran superficie puede verse acompañada por la excelente calidad de los materiales empleados, en especial el llamado pan de oro, que son láminas muy finas.

Puede observarse en esta obra a Cristo, con sus brazos en forma de cruz abiertos, entregándose a Dios para lograr la salvación de los hombres. En dicho ruego religioso a su Padre, acompañando a Cristo, va su madre, la Virgen, junto al Arcángel San Miguel y nada menos que la heroína francesa por excelencia, la propia Juana de Arco. Estos últimos tres personajes se representan en menor tamaño y en el centro de la composición se encuentra el propio Sagrado Corazón.

Historia de la Basílica del Sagrado Corazón París

La abadía de Sacré-Coeur en París fue construida entre los años 1875 y 1914, pero su origen se afirmaría un poco antes, en el año de 1870.

La basílica del Sacré Coeur de París, que fue diseñada por Paul Abadie, podría calificarse de monumento político y cultural creado como un castigo nacional a causa de un movimiento anarquista insurreccional que se dio en París en el año 1871, aunque también puede verse como la simbolización del orden moral conservador.

Anterior al templo que vemos en la actualidad, había en este mismo lugar una abadía benedictina que de una forma muy cruel, terrible y de manera especial, sufrió el paso de la Revolución Francesa, puesto que no únicamente resultó destruida, sino que los religiosos que en ella habitaban fueron todos enviados a la guillotina.

Solamente la abadía Saint Pierre de Montmartre ha tenido la posibilidad de llegar hasta nuestros días. Por lo tanto, este templo que ahora podemos ver erigido ha pasado por los años a manera de gran homenaje a todos aquellos ciudadanos franceses que cayeron en la guerra franco-prusiana, purgando de esta manera los pecados que fueron cometidos por La Comuna de París.

La Comuna de París fue un movimiento subversivo de carácter insurreccional que tomó el gobierno de París desde el 18 de marzo al 28 de mayo del año 1871, dando a conocer públicamente proyectos que se calificaron de anarquistas. La fórmula de su fracaso fue resuelta en dicha ocasión, echándole la culpa de la mala marcha de las cosas a un castigo de Dios, por lo tanto, la solución no podía ser otra que erigir un templo, para agradar a Dios en su excelsa gloria y de nuevo la Nación francesa pudiera así disfrutar de su gracia.

Fueron Alexandre Legentil y Rohault de Fleurs los promotores de que los franceses hicieran votos por los cuales pudieran comprometerse en la construcción de una iglesia, si Francia lograba liberarse de la amenaza de Prusia después de las derrotas que había sufrido. Concretamente, Alexandre Legentil fue el redactor del boceto del famoso e histórico “Voto Nacional al Sagrado Corazón de Jesús para obtener la liberación del Soberano Pontífice y la salvación de Francia”, un documento que se imprimió y fue repartido al pueblo que no tardó mucho tiempo en firmar.

Fueron casi diez millones las donaciones para que se construyera dicha basílica, así de fuerte era el fervor de la época y del momento histórico que se vivía. Entre sus simpatizantes se encontraba el Papa Pío IX, quien realizó una ofrenda personal de 20000 francos. También una muchacha envió un brazalete para que fuese fundido y se utilizara. Su nombre era Teresa Martín y luego el mundo la conocería como Santa Teresa de Jesús.

En el año 1872 el cardenal Guilbert aprobó la edificación de una iglesia y un año más tarde, en 1873, la Asamblea Nacional ordenó que se construyera. Se colocó la primera piedra en el año de 1875 y desde ese instante tardaría cuarenta años en finalizarse.

Se consagró como basílica a finales de la Primera Guerra Mundial, lo que en realidad desvela que su construcción finalizó en el año 1914. Aunque la invasión de los alemanes impidió que fuese consagrada hasta el año 1919, esto fue interpretado por la mayor parte de los franceses como una venganza a causa de la derrota.

Como datos adicionales, las primeras vidrieras fueron instaladas entre los años de 1903 y 1920; sin embargo, durante la guerra y los bombardeos de 1944 las destruyeron completamente. Los cristales que se ven actualmente se volvieron a instalar en el año de 1946.

Asimismo, el órgano de la Basílica Sagrado Corazón de París fue construido en el año de 1989 por el afamado Aristide Cavaille-Coll, y se le considera como uno de los más notables de toda Europa.

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Autor: Diego De La Croix

Diego de la Croix es profesor de francés totalmente bilingüe francés / español. Da cursos de francés gratis en Youtube desde el 2012. Sus clases de francés son para todos los niveles, desde el nivel básico hasta más avanzado. También es guía turístico y te invita a visitar las principales ciudades, monumentos y museos de Francia.

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